En fechas recientes el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que “no habrá dinero público para sanear las pérdidas del ladrillo”.
Así, dentro del plan de saneamiento que debe realizar el sector bancario español, se encuentra un ajuste contable para trasladar a sus balances la realidad del estado de las cuentas tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Se trata, en suma, de un plan que el nuevo Ejecutivo considera urgente, a la vista de los datos económicos.
La razón de este ajuste es que los bancos no están recogiendo en sus balances todo el desplome del valor de los inmuebles que atesoran.
En concreto, el ajuste contable consiste en que los bancos reflejen en sus balances el valor real de los inmuebles, aunque eso suponga reconocer pérdidas. Hay que acabar con la práctica actual, según la cual los bancos siguen recogiendo en sus cuentas el valor antiguo de los inmuebles que no pueden vender, y no el actual, mucho más bajo, para no reflejar pérdidas. Por ejemplo, “si un solar vale cien, no puede figurar en el balance que vale mil”, dijo el Presidente.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, apuntó que las entidades financieras deben aumentar la provisión en unos 50.000 millones para cubrir posibles pérdidas.
¿Cómo? La idea principal es que ese ajuste no será financiado con dinero público, o en otras palabras, “no le puede costar dinero al contribuyente”. La mayoría de entidades podrán hacerlo «por sí mismas, a través de sus beneficios», es decir, aumentando el fondo para pérdidas a costa de reducir beneficios.
Entre estas adaptaciones de los valores de los inmuebles se sugiere una minoración de un 50% en el valor de los inmuebles urbanos, de un 80% en el de los solares urbanos, y de un 100% en el de los solares rústicos.
Es deseable que este ajuste se haga cuanto antes, puesto que se calcula que en España existen unas 700.000 viviendas sin vender, propiedad de los bancos. En la Comunidad Valenciana se sitúa el 19,35% de estos inmuebles. Un “stock” inmobiliario cuya venta podría generar unos 140.000 millones.
Pero, ¿se podrá vender si no bajan los precios?…